Con un préstamo a plazos, usted recibe la cantidad acordada en su cuenta y puede disponer de ella libremente. Con una tarjeta de crédito puedes hacer pagos sin efectivo en un gran número de países, comprar en tiendas y comercios online y sacar dinero en miles de cajeros automáticos.
Ventajas y desventajas
Con un préstamo a plazos, usted recibe la cantidad acordada en su cuenta y puede disponer de ella libremente. Antes de conceder el préstamo, se comprueba su solvencia personal y las cuotas mensuales del préstamo y el plazo se adaptan a sus necesidades. Gracias a las cuotas mensuales constantes y calculables con precisión, siempre sabe cómo está su presupuesto y sus gastos fijos siguen siendo previsibles. Si tiene dificultades de pago, póngase en contacto con su proveedor inmediatamente para encontrar juntos soluciones posibles y adecuadas.
Con una tarjeta de crédito puedes realizar pagos sin efectivo en muchísimos países, hacer compras en tiendas y comercios online y sacar dinero en miles de cajeros automáticos. Además, con una tarjeta de crédito tienes un margen de tiempo sin intereses hasta que se cargue en tu cuenta. Las tarifas y comisiones de las tarjetas varían en el país y en el extranjero, por lo que vale la pena comparar antes de solicitarlas, ya que cada proveedor (por ejemplo, Visa o Mastercard) tiene sus propios productos para un uso adecuado. Además, algunos comercios cobran una comisión adicional si se quiere pagar con la tarjeta de crédito.
Si el extracto de la tarjeta de crédito no se puede liquidar a tiempo a final de mes, se acumularán intereses que suelen ser más altos que los de un préstamo a plazos. También hay que tener en cuenta que el retraso en el cargo en cuenta dificulta la planificación del propio presupuesto.
Pide consejo sobre los productos financieros a un especialista.
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